Durante los meses de verano, las altas temperaturas son una de las principales causas de insomnio. De hecho, la calidad del sueño disminuye a partir de los 26 grados.
Con el calor se incrementa el riesgo de sufrir este trastorno e incluso puede afectar a personas que de manera habitual suelen conciliar bien el sueño. Los grados centígrados empiezan a subir y, con el calor, el 25% de la sociedad llega a padecer insomnio.
Dormir bien es fundamental para descansar y rendir durante el día, pero también es muy importante para evitar dolores de cabeza matutinos o sufrir un carácter irritable y depresivo.
Aquí te dejamos una serie de recomendaciones para tratar de paliar el “insomnio de verano”:
- Ventilar la habitación de forma natural durante las primeras horas del día y también durante las horas previas a la hora de dormir.
- Cenar ligero y evitar las cenas copiosas y tardías.
- Usar ropa de cama fresca como el algodón o el lino.
- Hidratación (tomar agua u otra bebida sin cafeína ni estimulantes)
- Usar pijamas de algodón que no provoquen una sudoración excesiva
- Darse una ducha de agua tibia antes de acostarse, ya que el agua fría sobrecalienta el cuerpo.
- Evitar el aire directo de los ventiladores o el aire acondicionado
- Hacer deporte preferiblemente en las primeras horas del día. El ejercicio aumenta la temperatura corporal y activa el cuerpo.
- Evitar dormir siestas de más de 30 minutos
- Conviene seguir la rutina habitual a la hora de ir a la cama, con unos horarios regulares para acostarse y levantarse.
Si después de tomar todas estas precauciones el insomnio persiste, es muy importante acudir a un médico para poder diagnosticar y tratar de manera personalizada las alteraciones del sueño.